Turismo, Identidad Nacional y Desarrollo Económico

Tailandia está en un momento genial: el país crece, la vida mejora y los tailandeses están empezando a mirarse al espejo con una sonrisa más grande. Y con ese subidón de orgullo viene un cambio interesante: ya no están tan dispuestos a aguantar al típico turista que llega a hacer destrozos. Es como si dijeran: “Oye, esto es nuestro hogar, ven a disfrutarlo, pero con respeto”.

Piensa en cómo ha cambiado el panorama. Antes, Tailandia era el paraíso de playas baratas y fiestas locas para muchos. Pero ahora, con una economía que despega y ciudades como Bangkok brillando más que nunca, los tailandeses sienten que tienen algo valioso que proteger. Lugares como los templos de Ayutthaya, los mercados flotantes o las islas Phi Phi no son solo postales para Instagram; son pedazos de su historia y su identidad. Y cuando te sientes orgulloso de lo tuyo, no dejas que cualquiera lo pise.

El turismo sigue siendo un motorazo: los puestos de som tam, los masajes en la playa y los tuk-tuks no paran gracias a los visitantes. Pero ahora hay un filtro nuevo. Los tailandeses quieren viajeros que se maravillen con un Wat Pho al amanecer, que se animen a probar un curry picante sin hacer muecas o que se queden boquiabiertos con las montañas de Chiang Rai. No tanto a esos que vienen solo a emborracharse en Full Moon Parties y dejar botellas tiradas en la arena.

Y no es solo postureo. A medida que el país progresa, hay más ganas de cuidar lo bueno: menos plástico en las costas, menos espectáculos cutres con animales y más experiencias que enseñen de verdad cómo es Tailandia. Es como si el orgullo nacional dijera: “Si vienes, genial, pero ven a sumarte a la vibe, no a estropearla”.

Así que el turismo aquí está tomando un rumbo chulo. Sigue siendo una fiesta —con sabores, colores y sonrisas por todos lados—, pero ahora los tailandeses están poniendo sus reglas. Y con razón: cuando tu país es una joya y lo sabes, no dejas que lo traten como basurero. ¿Qué opinas, te unes al plan bueno o te quedas en la lista de “mejor no”?